Sinfonía núm. 4 en mi menor, op. 98 Brahms

Se dice que después de la Novena Sinfonía de su admirado Beethoven, Brahms tenía la sensación de que la forma sinfonía estaba ya culminada, que no le quedaba más camino que recurrir. Sin embargo, hay estudiosos de la historia de la música que afirman que la Primera Sinfonía de Brahms viene a ser la ?Décima Sinfonía? de Beethoven, mostrando así la continuidad y evolución del género. Escribió cuatro sinfonías de las que podemos decir en general, y en particular de esta Sinfonía núm. 4 en mi Menor, que son clásicas en muchos aspectos (cuatro movimientos, formas y procedimientos clásicos reconocibles), pero muestran todo su romanticismo en cuanto a sonoridad y emotividad. De todas ellas, es quizás esta última sinfonía a que tensa más la emoción. Estrenada el 25 de octubre de 1885 por el compositor, consta de un Allegro non troppo que comienza con una vieja tonada alemana; un Andante Moderato, con ritmo de marcha; un Allegro giocoso con forma de Rondó-Sonata; y un último Allegro energico y passionato, en el que emplea un coral de la Cantata BWV 150, de Bach, escribiendo con él Brahms una chacona partiendo de una estructura iniciada por Monteverdi y Purcell. Seguido de esto, treinta y cinco variaciones con desarrollo libre, pero perfectamente estructuradas, lo que hizo que se calificara este movimiento como una auténtica obra maestra en sí.
Genero:Real Filharmonía de Galicia
Fecha:06/03/2014
Discografica:Casa de Tolos